jueves, 15 de abril de 2010

El templario frey Diego de Ucero en el Camino de Santiago (3)

El siguiente texto forma parte del Capítulo 24 de nuestro "ensayo-novelado" de "LOS CÓDICES TEMPLARIOS DEL RÍO LOBOS. LOS CUSTODIOS DEL GRIAL" (3ª ed. 2002- Sotabur-Soriaymas).


-Por tanto el Camino es una escuela de conocimiento y de práctica para los que buscamos la gnosis -señalé.

-Lo es bajo muchos aspectos, frey Diego. Para el creyente normal es una peregrinación llena de avatares y mortificaciones hacia la tumba del apóstol Santiago, donde se le perdonan sus pecados y logra otras indulgencias. Para nosotros, los compagnons, es una escuela de aprendizaje de las técnicas constructivas del románico y del nuevo arte gótico. Éste último, en el que destacamos los Hijos de Salomón contando con el auxilio económico del Temple fundamentalmente, es el culmen de la arquitectura iniciática.

-Indicadnos su porqué -pidió frey Antúnez.


-El gótico es luz, es número pitagórico, es plasmación pétrea de la música de las esferas de la que hablaba Platón, es alquimia expresada como nunca crípticamente en muchas figuras, es el mayor esfuerzo arquitectónico logrado por el hombre en armonizar con piedra las medidas microcósmicas humanas con el macrocosmos, a través de un juego de proporciones basadas en el número aúreo, o lo que es lo mismo, de unir el Cielo con la Tierra, de convertir el templo en un campo de fuerzas telúricas y cósmicas que puedan ayudar a la transformación interna de las personas. Las corrientes telúricas pueden ser beneficiosas o perjudiciales para la salud física y el desarrollo anímico del ser humano. Los antiguos, desde la época ligur de los dólmenes, cromlechs, menhires y demás construcciones megalíticas, lo sabían y colocaron tales monumentos en puntos donde la Madre Tierra podía transformar al hombre. En tales enclaves se edificaron los templos sacros de la paganidad y sobre ellos edificaron los godos sus iglesias y, más tarde, allí mismo, se construyeron los templos románicos, y ahora nosotros en el mismo lugar alzamos las grandes catedrales góticas -afirmó Martine Marçois.

Al llegar a Ponferrada se nos unieron al grupo un antiguo abad germano, Albert de nombre, que estaba subyugado ante las runas y la mitología nórdico-céltica, y un templario miembro del Círculo y perteneciente a la encomienda existente en aquella localidad, llamado Gerardo, quien nos enseñaría a interpretar un juego de cartas llamado tarot, que incluso servía para predecir el futuro. En Compostela, frey Gerardo me regalaría su tarot y debo confesar que me ha servido de gran ayuda en mi caminar pues, ciertamente, es un pozo sin fondo de sabiduría hermética y un instrumento muy eficaz para adentrarse en el Mundo Imaginal.

-En este arca no está enterrado Santiago sino Prisciliano, el gran hereje gnóstico y obispo de Avila, martirizado por la Iglesia de Roma, en el siglo IV -nos revelaría frey Gerardo, a la par que nos daba a conocer la vida y filosofía enseñada por Prisciliano.

-Las leyendas de la decapitación de Santiago, su llegada en barco a Iria Flavia, el perro que le acompañaba, el traslado de su cadáver por toros de la reina Loba, y todo lo demás, queridos amigos, no son sino cristianizaciones del desmembramiento de Osiris o de Dionisos Zagreo, al mismo tiempo que recubren la presencia del gran dios Lug y del gran viajero que fue Hércules, cuya Vía Láctea es el Camino de Santiago estelar -afirmó con una sonrisa Martine Marçois.

-Por eso en el Pórtico de la Gloria, sustentando el parteluz, acabamos de ver a Hércules cogiendo en sus brazos a sendos leones -advertí yo.

-Y muchas cosas más, frey Diego -afirmó Martine, quien se ocuparía de ilustrarnos acerca del simbolismo iniciático de aquella magna obra del maestro Mateo.

En Compostela visitaríamos también Santa María del Sar y desde allí fuimos a tocar el dolmen de Ageitos para, finalmente, concluir nuestro Camino de las Estrellas en Padrón y Noya. Y allá, junto al mar, vivimos todos juntos una puesta de sol que nos llegó al alma, contemplando el Can Mayor y la chispa luminosa de Venus, la estrella de los Peregrinos del Alba.

-Desde aquí se siente la gran nostalgia de la última Thule de Hiperbórea y de la Atlántida -exclamé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no hay tales templarios ni grial en españa, tampoco en el Languedoc frances...todo esta bien resguardado por quienes deben ser, hasta el momento de prefijado por los arcanos para darse a conocer...

felix