jueves, 13 de octubre de 2011

El Camino de Santiago en Burgos ciudad -2-

¿Qué evocan los monumentos en los peregrinos a Santiago..? Muchas cosas... Y en función de su "ecuación personal" (sentimientos, pensamientos, percepciones, intuiciones, creencias religiosas o espirituales, etc...), cada monumento va a irradiar distintas "emisiones"  y algunas proyecciones de eso que han venido en llamar Inconsciente Colectivo.

A estas alturas de mi deambular me interesa ya más "lo metafísico" que otra cosa, y suelo captar mis proyecciones psíquicas de mitemas y arquetipos "orientales" en muchas obras artísticas occidentales, como me ha sucedido ante esta fuente del Paseo de la Isla en Burgos.  ¡Y mira que he visto fuentes impactantes (las de Montjuich, Granja de San Ildefonso, Patio de los Leones de la Alhambra...)!. Incluso la de mi pueblo la he plasmado en la portada de Y la vida sigue..., pero esta fontana neocolonial burgalesa es una de las fuentes del Camino de Santiago actual que más me han movido a evocar evocaciones evocadas por sabios...


Dice el cuadro explicativo que en el centro del claustro neoclásico del monasterio burgalés de San Pedro de Arlanza (entre Hortigüela y Covarrubias) se encontraba esta fuente que fue cedido en 1933 por el Estado al ayuntamiento de Burgos con el compromiso de ser trasladada al Paseo de la Isla, lo que aconteció en diciembre. Es del siglo XVII, en marmol, y de estilo neocolonial, concluye el texto.

Cuando percibí que en la cúspide del EJE de la fuente había varios rostros me acordé de la Trimurti, especialmente de la que se encuentra en un templo de Elefantina, frente a Bombay. La Trimurti es como una especie de Trinidad Divina, tres dioses a través de los cuales lo Absoluto se manifiesta fenoménicamente creando, preservando y aniquilando. Guénon aclaraba a Charbonneau-Lassay nada menos que "la Trimûrti no corresponde a la Trinidad cristiana como se ha supuesto alguna vez; pero está constituida en realidad por tres aspectos del Verbo, en quien todas las cosas tienen su comienzo (aspecto productor, Brahmâ=A), su soporte (aspecto conservador, Vishnú=U), y su final (aspecto transformador, Shiva=M). El monosílabo Aum es un nombre sintético que encierra los tres aspectos, a los cuales sus tres letras corresponden como acabo de indicar, sin hablar de sus otros significados simbólicos".  Algo de ello escribí al respecto en mi libro El enigma de la Tradición Hiperbórea de los celtíberos de Numancia, ciertamente.

Pero pronto me dí cuenta de que no eran tres las caras, sino cuatro... Y entonces Mnemósine proyectó en mi psiquismo el relato puránico de cómo a Brahmâ le surgieron cuatro rostros en una misma cabeza a medida que su Imaginación Matricial Creadora (su Shakti) iba "madurando" y generando en él la idea de la creación de los mundos y sus entes al quedar maravillado, prendado de su Shakti y su potencial demiúrgico, "olvidándose de su Mismidad" en esta primera exteriorización suya que iniciaba la Rueda de la Vida al transformar lo nouménico en fenoménico...

Leo en "Dioses, ideas y símbolos de la India" de Juan García Font (Ed. Fausí, 1988), que el dios Brahmâ tiene cuatro rostros (catarunâna), monta en un cisne o un pavo y, en ocasiones, busca asiento en una flor de loto que surge del ombligo de Vishnú. "A veces presenta en sus cuatro manos los siguientes objetos: el libro de los Vedas, el disco que simboliza la rueda de los tiempos, el platillo de las limosnas y la cuchara o el cazo del sacrificio. Su esposa es Saravastî, la señora de las músicas, de la sabiduría; ella inventó el alfabeto devanagari del sánskrito… 

Dícese que Brahma hizo surgir de su propia sustancia a una mujer que recibió los más diversos nombres: Shâtarupâ, Brahmanî, Savitî, Saravastî… Cuando el dios vio a aquella mujer admirable, quedó absolutamente enamorado. Ella, de todos modos, se alejó hacia la derecha para huir de su mirada divina, pero el dios entonces hizo surgir su rostro derecho. Luego, la diosa se desplazó hacia la izquierda, hacia atrás, hacia arriba… Y según los movimientos, así le iban apareciendo cabezas a Brahmâ".

El dios propuso a la hermosa mujer engendrar toda clase de criaturas en un inmenso transporte amoroso. La diosa, como era de esperar, accedió y entonces se retiraron a un lugar secreto donde permanecieron en transporte amoroso cien años divinos que equivalen a varios millones de años humanos. De esta unión nació Manú".

Y recordé también la cosmogonía tan profundamente psicológico-metafísica con la que se inician las Leyes de Manú. Cosmogonía del Agua, fuente de la Manifestación, siendo Brahmâ el "Primer nacido", emanador de las "aguas vivificadoras y generatrices"... Fuente de las fuentes existenciales.... 

Y la estructura de esta Fuente del Paseo de la Isla consteló todos los arquetipos que acabo de exponer en este post, en pleno Camino de Santiago de la ciudad de Burgos. Y es que la Imaginación Matricial no para de crear y crear concepciones, sentimientos, pensamientos, intuiciones...

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