Hasta el 8 de enero de 2011 está abierta en Ponferrada (León) la exposición PONFERRADA: TEMPLARIOS, PEREGRINOS Y SEÑORES que se inauguró el 29 de octubre de 2010, enmarcada en el programa "Raíces 910 – 2010" - Conmemoración del 1100 Aniversario del Reino de León. Organizan: Junta de Castilla y León | Consejería de Cultura y Turismo - Ayuntamiento de Ponferrada.
De su dossier de prensa extraigo lo siguiente respecto al Camino de Santiago y su paso por Ponferrada, complementado por dos imágenes de sendos libros que se muestran en la exposición:
"La peregrinación a Santiago tiene como esencial motivación la visita a la tumba del Apóstol, cuyo culto se basa en una tradición profundamente arraigada. Pero no es el objetivo único: el Camino es, en si mismo, un itinerario espiritual en el que el peregrino visita numerosos santuarios, que guardan veneradas reliquias, frecuentemente centros de peregrinación por si mismos, en alguno de los cuales, en determinadas circunstancias, puede obtener las mismas gracias que si hubiese completado la peregrinación jacobea. Además, el Camino se convierte en un polo de atracción para la creación de santuarios y la traslación de reliquias con que dotar y enriquecer a los santuarios situados en él.
En el territorio de la actual Castilla y León, el peregrino podía venerar las reliquias de santos de época romana, como Facundo y Primitivo en el monasterio de Sahagún; las de los santos Claudio, Lupercio y Viterico en el monasterio de San Claudio, extramuros de León, o las de san Marcelo, a las puertas mismas de la Urbe Regia. Reliquias trasladadas de Al-Andalus a comienzos del siglo X, como las del niño mártir san Pelayo, o a mediados del siglo XI, como las de san Isidoro, ambas en la basílica a la que otorgaba su nombre el obispo sevillano. De la misma época data el traslado de las de san Zoilo, que también daba nuevo nombre al monasterio en el que eran depositadas en Carrión de los Condes.
San Miguel Arcángel. 1500 – 1520
Visitas importantes eran las tumbas de los santos vinculados especialmente al camino, como las de san Lesmes, en Burgos, y la de San Juan de Ortega, colaborador de otro santo vinculado a la atención a peregrinos, Domingo de la Calzada, que los peregrinos habían visitado en tierras riojanas.
Entre los centros marianos, cuya devoción se desarrolla especialmente a lo largo de los siglo XII y XIII, Santa María del Manzano en Castrogeriz y Santa María la Blanca en la encomienda templaria de Villalcázar de Sirga, imagen de la que se contaban numerosos prodigios, escenario ambos de varios de los milagros recogidos por Alfonso X en sus Cantigas; y el santuario de Nuestra Señora de la Encina, en Ponferrada, cuya milagrosa aparición se halla también en relación con los Templarios.
La devoción a la humanidad de Cristo, y el culto eucarístico desarrollan imágenes milagrosas, como el Cristo de Burgos, o el de la Fortaleza, en Ponferrada, o recuerdan prodigios diversos de naturaleza eucarística, ambientados a finales del siglo XV, o comienzos de la siguiente centuria: tal es el caso de San Martín de Frómista, y el de la iglesia de El Cebreiro, o algún otro en la misma Ponferrada. Mención especial requiere el caudal de reliquias atesorado en la catedral de Astorga.
Gran itinerario espiritual, sin duda, pero enorme esfuerzo humano, no exento de riesgos que define muy acertadamente el texto de las Partidas (I, XXIV): "Romeros e pelegrinos son omes que fazen sus romerias e pelegrinajes por servir a Dios e honrrar los Santos e por sabor de fazer esto estrañanse de sus logares e de sus mugeres e de sus casas e de todo lo que han e van por tierras ajenas lazerando los cuerpos o despendiendo los averes buscando los Santos". El peregrino se aparta del mundo que conoce, afronta situaciones de indefensión personal y jurídica, atraviesa importantes dificultades materiales y realiza un esfuerzo económico, muy diverso, pero en todo caso importante.
En esas circunstancias, precisa de cuanto apoyo pueda prestársele: albergues, hospitales y también protección. Los templarios no son los únicos que lo hacen, pero su apoyo resulta imprescindible; la vinculación a la Orden de importantes centros del Camino, que cubren prácticamente la totalidad de su recorrido, o de relatos milagrosos que se desarrollan en ellos, es la mejor prueba de su protagonismo en el apoyo a los peregrinos, piedra angular de su espíritu fundacional.
Ponferrada es un hito esencial en el Camino, en los Caminos, que conducen a Compostela. A ella llega, desde Molinaseca, el que ha salvado el alto de Foncebadón; desde Bembibre, el que sale de la meseta por el puerto de Manzanal; y, desde Toreno, el que abandona Asturias por el puerto de Leitariegos. En Ponferrada, como en otros espacios sagrados del Camino, el peregrino veneraba especialmente, como hemos dicho, la imagen de Nuestra Señora de la Encina, vinculada a los orígenes de la ciudad y especialmente a su historia templaria, protagonista también de diversos milagros, y al Cristo de la Fortaleza.
Salvado el Sil y, tras la estancia en Ponferrada, a través de Villafranca, afrontar las temibles rampas del Cebrero era y sigue siendo la gran prueba del peregrino".
Sobre los templarios en Ponferrada -correspondiente al dossier de prensa de esta exposición- he publicado un post en Templarios y Más.
Dos ensayos descargables del simbolismo masónico en Capilla Palafox del
Burgo de Osma
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Artículo de Ángel Almazán.- antropologiamisterioburgodeosma Incorporo aquí,
online, dos textos que tienen ya unos años puesto que en mi conferencia de
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