martes, 16 de abril de 2013

Virgo-Astrea y la Edad de Oro


Todo mito y leyenda es simbólico y, por tanto, abierto a una multiplicidad de interpretaciones en consonancia a los conocimientos y "ecuación personal" que tenga la persona que se adentra en la búsqueda de sus significados. El símbolo es polisémico y, por esencia, sus significados no tienen fin. Claro que hay personas que parecen haber asumido en su psiquismo una especial permeabilidad a una hermenéutica esotérico-iniciática y, por tanto, captan unos significados que suele escaparse a los que tienen su mirada enfocada en lo exotérico, en lo meramente antropológico, en la ortodoxia-dogmática religiosa para todos los públicos, en la mentalidad imperante profana...


Uno de esas grandes almas que han sabido captar el simbolis desde una visión antropocósmica primero y metafísica después, ha sido René Guénon (Abdul Wahid Yahia).  Y Guénon escribe: "... de Pitágoras a Virgilio y de éste a Dante, la "cadena de la Tradición" no se quebró en la tierra de Italia". Y añade: "Sin duda, si Dante elige a Virgilio por guía de las dos primeras partes de su viaje o es principalmente por el recuerdo del canto VI de la Eneida, lo cual es una opinión generalmente admitida; pero debemos añadir que esa elección significa además el reconocimiento de un saber iniciático incuestionable en Virgilio ya que no expresa sólo una ficción poética".

 Virgilio, como se sabe, es el psicopompo-guía-instructor de Dante en su viaje escatológico-imaginal-iniciático por el Infierno y el Purgatorio en la Divina Comedia. Los versos del Infierno podría haberlos compuesto entre 1304 y 1307 o 1308, y los del Purgatorio de 1307-1308 a 1313-1314. En cuanto a la "analogía-correspondencia-ligadura literario-simbólica" señalada por Guénon respecto a Virgilio supongo que es debido a que En ese canto VI de la Eneida, el héroe Eneas tiene como psicopompo-guía a la Sibila la cual le ayuda a acceder al infierno y le acompaña (el Averno era un lago que rodeaba la gruta en la que Eneas encuentra a la Sibila y por donde se entraba al reino de las sombras).



Ahora bien, si por algo pasó Virgilio a ser citado en el Parnaso del Cristianismo (exotérico y esotérico) antes de que lo encumbrara Dante en su Divina Comedia, fue por la Égloga IV, donde anuncia el retorno de la Edad de Oro con el nacimiento de un Puer Aeternus nacido de LA VIRGEN (lo que fue considerado como una profecía del nacimiento virginal de Jesús por parte de los apologistas cristianos de Virgilio).

"...Ya viene la última éra de los Cumanos versos:
ya nace de lo profundo de los siglos un magno orden.
Ya vuelve la Virgen, vuelve el reinado de Saturno;
ya desciende del alto cielo una nueve progenie.
Tú, al ahora naciente niño, por quien la vieja raza de hierro
termina y surge en todo el mundo la nueva dorada,
se propicia, ¡oh, casta Lucina!, pues ya reina tu Apolo.."

Pero ¿quién es esa Virgen-Virgo..?  Pues nada menos que Astrea, el signo zodiacal Virgo. Y si los cristianos vieron en ese Naciente Niño a Jesús, igualmente quisieron ver en la Virgo de esta égloga a la Virgen María (pero eso será objeto de otro artículo por mi parte).



Lo que escribieron Hesíodo, Arato, Eratóstenes, Ovidio y Germánico -entre otros- sobre "Astrea, Dike, Justicia" que, desilusionada de la decadencia de la humanidad, abandonó este planeta y ascendió a los Cielos transformándose en Virgo, puede leerse en Soriaymas. Baste recordar aquí que fue la última inmortal que abandonó la Tierra y ascendió a los Cielos, siendo convertida allí en constelación de Virgo por Zéus-Júpiter. Ella había sido la portadora de los "rayos" del Padre de los Dioses. Ella había representado en la Tierra el Orden Natural-la Armonía- el Equilibrio-la Justicia, de ahí que se la represente en su ascensión con una espada y una balanza en las manos (el signo de Libra formaba parte del signo zodiacal Virgo inicialmente). Ella estaba presente entre los hombres del campo en la Edad de Oro (el Satya-Yuga del hinduismo) y les hablaba-enseñaba, y luego, en la Edad de Plata, se subió a las montañas y no retornó a los valles... Y finalmente, cuando la guerra, el individualismo, la codicia, el egocentrismo y la injusticia se implantó entre los humanos (en la Edad del Hierro, el Kali Yuga del hinduismo), abandonó la Tierra y ascensión a los Cielos.



Pero hete aquí que Virgilio predice que "dará a luz" a un Puer Aeternus que, cual último Avatara (el Kalki del hinduismo, el Mahdi Oculto del esoterismo islámico, el Mesías judaico y la Parusía de la segunda venida de Cristo antes del Juicio Final y del descenso de la Jerusalén Celeste), será el Portaestandarte de la Nueva Era, de la Nueva Edad de Oro (la primera fue la que tuvo como rey a Saturno).

Así que, a un servidor, cuando le hablan de referentes astrológicos a Virgo vinculados a enclaves telúricos, iglesias, ermitas e incluso catedrales.... lo que me viene a la "memoria simbólica" son, entre otras "significaciones", las que acabo de reseñar brevemente en este artículo, así como los que comentaré al menos en un segundo corto ensayo.

Nostalgia de la Edad de Oro,  búsqueda del retorno al Satya-Yuga... Es el Retorno al Paraíso... ¡Oh Gran Saudade..! 


Una referencia a la Metapolítica en Dante

Quiero acabar este post con una transcripcion de un pasaje de "Monarquía" en la que Dante resume las funciones de la Autoridad Espiritual y la Autoridad Temporal... que creo que vienen "a cuento"..

"La inefable Providencia de Dios propone al hombre dos fines, a saber: la felicidad de la vida presente, que consiste en el ejercicio de la virtud propia y que se simboliza por el paraíso terrenal; y la felicidad de la vida eterna, que consiste en el gozo de la visión de Dios, a la que la virtud humana no puede ascender si no es ayudada por la divina luz, felicidad ésta que nos es dado a entender como Paraíso celestial.

A estas dos felicidades, como a dos distintas conclusiones, se puede llegar por diversos medios. En efecto, a la primera podemos llegar por las enseñanzas filosóficas, con tal que las sigamos, obrando de acuerdo con las virtudes morales e intelectuales. A la segunda podemos llegar por preceptos espirituales que transcienden la razón humana, con tal que los sigamos, obrando de acuerdo con las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad.

Estas conclusiones y medios, aunque han sido demostrados por la razón humana, ya que todos estos nos lo han aclarado los filósofos, y también el Espíritu Santo, quien por los profetas y hagiógrafos, y por su coeterno Hijo de Dios, Jesucristo, y por sus discípulos, nos reveló la verdad sobrenatural y necesaria para nosotros, la humana avaricia los habría postergado y olvidado si los hombres no hubieran sido conducidos en su camino "con el freno y la brida", como caballos indómitos. Por eso fue necesario al hombre tener un doble guía, de acuerdo con este doble fin, a saber: el Sumo Pontífice, que conduce al género humano a la vida eterna según la verdad revelada, y el Emperador, que dirige al género humano a la felicidad temporal, según las enseñanzas filosóficas.

Y como a este puerto nadie o muy pocos, y estos pocos con excesiva dificultad, pueden arribar, a no ser que, una vez que se haya serenado el oleaje, el género humano, libre de pasiones, pueda descansar blandamente en la tranquilidad de la paz, a este signo principalmente es al que debe aspirar el gobernador del orbe a quien llamamos Príncipe romano, es decir, a que en esta mansión de los mortales se viva libremente en paz ".





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