viernes, 9 de noviembre de 2012

El enigma de las catedrales, según José Luis Corral

Plagadas de catedrales góticas están el Camino de Santiago Francés y los Mil Caminos de Santiago. Muchas interpretaciones se han dado acerca de su origen, plantas y alzados, simbología de su imaginario de piedra y vidrieras... Un resumen rápido de todo ello puede leerse en El enigma de las catedrales, libro publicado por Planeta y escrito por José Luis Corral, lector de algunos libros esotéricos pero que no es un autor esotérico sino un excelente novelista y un ensayista con mucha más querencia hacia el rigor científico que a las meditaciones esotéricas, como lo demuestran sus 32 libros publicados. Eso sí, sabe distinguir lo que es ocultismo de esoterismo.

En la presentación del libro en Zaragoza ha afirmado que las catedrales góticas son  "una aportación al genio universal porque transforma el concepto arquitectónico e ideológico".

Corral quita cualquier crédito a algunas teorías ocultistas y pseudohistóricas como lo es, por ejemplo, que fuera la Orden del Temple la promotora del arte gótico, o que derive de conocimientos arquitectónicos egipcios hallados misteriosamente a mediados del siglo XII.

El autor incide en la importancia de la teología de la luz que se plasmó de formas diversas en el gótico, especialmente mediante las vidrieras.  En la rueda de prensa de la presentación de su libro en Zaragoza, José Luis Corral estima que las vidrieras de León y Chartres son "extraordinarios, no se han podido imitar y los efectos lumínicos que proporcionan no se han podido conseguir". Y supone que tales vidrieras fueron realizadas por alquimistas (yo diría que por alarifes expertos en química y el arte del vidrio, pero no alquimistas), "y  no sabemos exactamente qué materiales utilizaron, en qué proporción y cómo se mezclaron".


Afirma que el patrón principal seguido en lo que respecta a las proporciones fue el "número de Dios", expresado en las medidas del Arca de Noé y del Arca de la Alianza (la relación de la unidad por la unidad más dos tercios de la unidad: 1 por 1,666...) y afirma que "los maestros que levantaron las catedrales góticas eran expertos geómetras y conocían bien los números y sus relaciones". Y señala que los maestros constructores  "trabajaron los planos y los alzados de sus catedrales a partir de las formas geométricas más simples: el triángulo, el cuadrado, el rectángulo y el círculo". Pero que, evidentemente, "el maestro debía conocer a la perfección la geometría y el trazado de ángulos, y por tanto las fórmulas de los senos y los cosenos, como se pone de manifiesto en el álbum del arquitecto del siglo XIII, Villard de Honnecourt".


El libro, que supera las 350 páginas, se complementa con un buen número de fotografías a color de diversas catedrales góticas europeas y con planos de las plantas de varias de ellas así como distintos grabados de Villard de Honnecourt, sobre el que hablaremos en algunos posts en este mismo blog...

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