lunes, 25 de abril de 2011

Consagración de la catedral de Santiago de Compostela -2-

Conviene conocer las explicaciones teológicas de los textos latinos de las doce cruces de consagración de la catedral de Santiago de Compostela. He aquí la exposición que hace al efecto el arzobispo Julian Barrio Barrio.



TEXTO tomado de la Carta Pastoral de Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela, correspondiente a la solemnidad de la Anunciación del Señor en 2011



Cuando un templo catedralicio es consagrado, se graban normalmente en las paredes de la misma doce cruces, recordando a los doce Apóstoles, testigos de la fe. Al celebrar los 800 años de nuestra Catedral observamos las cruces de consagración que constituyen uno de los testimonios más importantes de lo que sucedió en aquel histórico siglo XIII. Son una marca de pertenencia; una alianza: aquello que toca la cruz, recuerda el amor y sirve para traer la paz al mundo. Merece la pena detenerse en la lectura de las inscripciones de estas cruces. Algunas de ellas contienen datos históricos, y en otras se leen frases o aclamaciones con referencia teológica y espiritual....

En la primera, en la cuarta y en la octava se deja constancia de que «en la era de 1249 Pedro IV dedicó este Templo al sumo David », refiriéndose a David como figura de Cristo.... 

Así podemos leer en la quinta cruz: «Yo, Pedro IV, dedico a honra de Dios este templo de Santiago el Zebedeo, cuando brilla la luz del día quinto». En la séptima se constata que «en el día que se cuenta decimonono después de Pascua se dedica este templo por ministerio de Pedro IV». Otra recuerda que «en la era de 1249 Pedro IV dedicó este templo al sumo David». También la duodécima cruz aporta este dato: «Yo, Pedro IV, dedico a honra de Dios este Templo de Santiago el Zebedeo, cuando brilla la luz del día quinto»...
 
En la inscripción de la segunda se lee: «Mira que este Templo con la Cruz está hecho para Santiago, hijo de Zebedeo, porque nadie se convierte en templo de Dios sin fe en la Cruz». Se nos indica que no podemos convertirnos en templo de Dios sin la fe en la Cruz...

También se tiene presente este planteamiento en las siguientes palabras de la tercera de las cruces: «Al dedicar este templo lo signo con la señal de la Cruz, siendo la Cruz y la fe en la Cruz el camino de la luz»...

La cruz de Cristo nos recuerda el amor divino (Jn 3, 16), es signo de nuestra reconciliación como se refleja en la inscripción de la sexta cruz: «Por todas partes se signa con la Cruz este Templo al ser dedicado; por todas partes el Crucificado nos fortalece, nos junta y nos une»; es señal del cristiano (Mt 7, 13) y fuerza de Dios (1 Co 1, 18); camino a la gloria y a la luz....

En esta secuencia de las cruces de consagración nos encontramos con una alusión a los Apóstoles como fundamento de la Iglesia y de la tradición apostólica que fundamenta nuestra fe. Así se subraya en la décima: «Indico con tantas cruces el número de otros tantos Discípulos y la fe de la Iglesia que sigue las enseñanzas de ellos»...
  
... en la inscripción de la undécima cruz: «Del mismo modo que los templos se señalan con la Cruz cuando se dedican al Señor, así seas señalado con la Cruz y serás morada del mismo Dios». Con la señal de la cruz somos signados cuando la Iglesia nos acoge en el Bautismo y posteriormente en la Confirmación, sacramento en el que al confirmando se le dice: «Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo». El Espíritu nos conforma con Jesús para pensar, actuar y sufrir como verdaderos «hijos» del Padre, y como el Hijo de Dios, dar la vida por los hermanos, siendo los buenos samaritanos que tanto necesita nuestra sociedad.

NOTA: Todo el texto correspondiente a las cruces de consagración de la catedral de Santiago de Compostela puede leerse en el pdf que hemos subido a Soriaymas.

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