La iconografía de Santa
María de Eunate hay que relacionarla con la escatología medieval cristiana.
Esta es la hipótesis que voy a argumentar brevemente en este artículo (dejando la puerta norte para otra ocasión). La planta y alzado del enclave igualmente apoya esta hipótesis mía (que analizaré en el siguiente post).
En la primera mitad
del siglo XIII sobre la Ascensión de Cristo, dice San Bernardo de Claraval (renovador
del Císter y “pater espiritual” de la Orden del Temple), “Es la cumbre y plenitud de las demás solemnidades, el broche de oro
del largo peregrinar del Hijo de Dios. El mismo que bajó es el que sube hoy por
encima de los cielos, para llenar el universo”. Antonio Lobera y Abio, testimonia en 1846: “Sabe, curioso, que a esta fiesta la llaman los santos
doctores fiesta de las fiestas, y solemnidad de todas las solemnidades, la más
gloriosa para Cristo”. Y los que
rondamos el medio siglo de edad todavía recordamos que en la liturgia católica “tres jueves hay en el año que relucen más
que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión".
Pues bien, sugiero que la
sorprendente figura de Cristo vestido con los brazos totalmente en horizontal -pero sin cruz- del capitel del claustro de
Santa María de Eunate en el que hay además catorce personas más no escenifica,
como se ha venido señalando, la Crucifixión, sino la Ascensión de Cristo en el
monte de los Olivos ante once apóstoles, la Virgen María y otras tres personas.
Lamentablemente la erosión no nos permite identificar nada más. Pudiera ser que el escultor labrase a los doce apóstoles
(aunque Judas ya no estaba y no se había elegido todavía a quien lo
reemplazase, Matías), como acontece en algunas representaciones del conjunto
apostólico en la Ascensión. Pudiera ser que sólo representara a los once
apóstoles, a la Virgen y quizás a María Magdalena y a los dos discípulos que
desempeñaron un papel tan decisivo en el descendimiento de Jesús de la cruz y
su enterramiento: Nicodemo y José de Arimatea.
Tras resucitar Cristo baja al inframundo y se lleva a las ánimas purgadas que ascencerán con él durante su Ascensión a los Cielos desde el Monte de los Olivos |
Este tema –el de la Asunción de
Cristo- es muy adecuado para la función esencial que desempeñaba esta iglesia –que
ni fue templaria, ni de los sanjuanistas, ni fue hospital de peregrinos, ni
cementerio jacobeo-, cual fue la de servir de sede a la Cofradía de Ánimas deOnate (lo de Eunate es un invento toponímico
del siglo XIX) que tenía como misión fundamental rendir culto a la Virgen y
realizar allí los funerales y enterramientos de sus cofrades. Y esto es así
porque al ascender Cristo a los cielos, según la creencia cristiana, subieron
con él todas las ánimas del Purgatorio, y a partir de entonces quedaron
abiertas las “puertas del Purgatorio celeste y de los cielos” para todos los
difuntos posteriores que lo mereciesen. Y a eso aspiraban, obviamente, los
cofrades en su lecho de muerte: a pasar poco tiempo en el Purgatorio y dar el
salto al Paraíso celeste.
En la iconografía escatológica medieval,
por otra parte, observamos que los demonios infernales están representados con
cabezas monstruosas a modo de máscaras carnavalescas de grandes ojos abiertos,
largos colmillos y dientes puntiagudos, fauces abiertas andrófagas (comedoras
de los cadáveres-ánimas en pena), orejas animalescas… ¿Y qué vemos en dos
capiteles de este claustro sino este mismo de cabezas diabólicas infernales? Y lo mismo podemos decir respecto a dos
capiteles del arco de triunfo situados a la derecha del espectador. Asimismo
las cabezas grotescas de los canecillos del ábside representan igualmente demonios
del averno. Todas estas representaciones
escatológicas infernales tenían el objetivo de que los cofrades incrementasen
su temor a las penas del infierno y del Purgatorio y, consecuentemente,
llevaran una vida cristiana practicando las virtudes cristianas y los deberes
religiosos católicos a fin de poder estar poco tiempo en el Purgatorio y pasar
al Paraíso celeste. Y como mediadora-intercesora de las ánimas dirigían en vida
sus oraciones y culto a Santa María de Eunate.
Con la Ascensión de Cristo se
anuncia, al mismo tiempo, que Cristo estará sentado a la derecha del Padre y
que juzgará a vivos y muertos tras su Parusía al final de los tiempos, momento
en el que los que sitúe a su siniestra irán al infierno (donde habrá llanto y
rechinar de dientes) y los que coloque a su derecha serán salvados y morarán en
el Paraíso por siempre jamás. Y, efectivamente, vemos que si nos ponemos en el
presbiterio mirando a la puerta occidental, los capiteles izquierdos del arco
de triunfo tienen motivos vegetales (representando a los árboles y la
vegetación exuberante paradisíaca) y al lado hay otros dos capitele en el que los
ángeles tocan instrumentos musicales y se danza de alegría beatífica al son de la música tocada por las ánimas dichosas, mientras
que a la izquierda hay cabezas demoníacas amenazantes. Igualmente, en diversos
capiteles del claustro vemos plantas labradas que rememoran, como he señalado,
las estancias paradisíacas.
Con la Ascensión,
Cristo culmina “su misión” salvífica iniciada desde la Anunciación y
materializada en la Natividad, dando la buena nueva por tierras de Palestina,
aceptando la Pasión, muriendo y resucitando después. Su Ascensión “abre las
puertas celestes” a las ánimas del Purgatorio del inframundo y posibilita el
descenso del Espíritu Santo para su cuerpo místico, esto es, los cristianos. Por eso el topónimo del lugar es Onat-Onate,
esto es, “Buena Puerta”, pues como afirma el evangelista Juan, Cristo reveló en
su alegoría como Buen Pastor: “Yo soy la
puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos..” Alegoría muy idónea, por cierto, para el “modus vivendi” pastoril-ganadero
medieval de esta zona navarra.
Más datos al respecto
de lo que supone en el catolicismo la Ascensión puede leerse en Soriaymas: La Ascensión, un Misterio numinoso. Y sobre el esoterismo de las “máscaras
demoníacas devoradoras”, puede consultarse el capítulo que dedico a Santa María
de Eunate en mi libro Claves Masónicas de los Maestros Constructores. De Córdoba al Camino de Santiago Navarro.
Y os dejo con este segundo vídeo sobre Eunate...
Enlaces a ensayos sobre Eunate publicados en Soriaymas y sus blogs:
- Eunate en "Las claves masónicas de los maestros constructores".
- De Torres del Río a Santa María de Eunate
- De vuelta por Olcoz, Eunate y Puente la Reina en el Camino de Santiago Navarro
- Eunate seguramente no fue de la Orden del Temple
- Tesis de Jimeno Jurío: Eunate no fue templaria
- Eunate en Lampérez
- Eunate en Lambert
- Eunate en Iturralde con datos de Madrazo
- El enigma templario de Eunate -1
- El enigma templario de Eunate -2
- El enigma templario de Eunate -3
- Cuando las piedras hablan: Eunate
- Libro "Las estrellas de Eunate"
- Las tumbas halladas en Eunate por Yárnoz
- De Torres del Río a Santa María de Eunate
- De vuelta por Olcoz, Eunate y Puente la Reina en el Camino de Santiago Navarro
- Eunate seguramente no fue de la Orden del Temple
- Tesis de Jimeno Jurío: Eunate no fue templaria
- Eunate en Lampérez
- Eunate en Lambert
- Eunate en Iturralde con datos de Madrazo
- El enigma templario de Eunate -1
- El enigma templario de Eunate -2
- El enigma templario de Eunate -3
- Cuando las piedras hablan: Eunate
- Libro "Las estrellas de Eunate"
- Las tumbas halladas en Eunate por Yárnoz
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