La nueva propuesta
cultural de la catedral de Pamplona se llama Occidens y, como su nombre indica, nos invita a descubrir la
historia de Occidente. No se trata de una exposición al uso sino de un viaje
experimental a las distintas etapas de Occidente de la mano de las nuevas
tecnologías. Vivir en primera persona la batalla de las Navas de Tolosa, humo
incluido; escuchar las voces reales de los monjes de Leire cantando gregoriano;
o ver cómo eran los poblados cuyos restos arqueológicos se muestran son algunos
de los atractivos que ofrece Occidens. Más de 4.500 m2 distribuidos
en doce salas situadas en el museo diocesano que redescubren la seo navarra y
sus tesoros.
El punto de partida
de Occidens deja claro que la
estética de la exposición se aleja mucho de la imagen habitual que tenemos de
un museo diocesano y de una catedral. Se accede desde la cillería de la catedral
de Pamplona, uno de los pocos restos que quedan del edificio románico
(siglo XI). En su interior, el visitante encuentra una pasarela de acero que
recorre toda la exposición y desde la que puede contemplar hologramas,
proyecciones 3 D y espejos que nos muestran ángulos ocultos.
Tras una breve
introducción en la cillería, que incluye una maqueta del conjunto catedralicio,
el itinerario continúa por el espléndido claustro gótico de la catedral y se
dirige a las salas dedicadas a la Edad Antigua (312-712). En la denominada sala
de arqueología, el visitante puede contemplar algunos de los restos
arqueológicos hallados, mientras los arquéologos continúan trabajando en las
excavaciones. Entre los materiales expuestos destacan los vestigios de un
poblado vascón prerromano, cuya estructura original se reproduce en una
pantalla mediante la técnica de la realidad aumentada, o el descubrimiento
estrella de la muestra: los restos de un niño sietemesino que murió y fue
enterrado en el siglo II a. C y que podría convertirse en el pamplonés más
antiguo del que se tiene constancia.
La siguiente etapa de
la muestra se centra en la Edad Medieval (712-1512) y aborda temas como la
reforma gregoriana, el románico y el gótico. Uno de los atractivos de Occidens es que su contenido se
presenta al público de manera real y auténtica. Por ejemplo, para explicar que
el gregoriano era música para rezar y no para dar conciertos, se han instalado
unos altavoces con el sonido real de los monjes del Monasterio de Leyre; y para
sumergir al visitante en plena batalla de las Navas de Tolosa se proyecta un
vídeo que le rodea de humo y le adentra en la dureza de los enfrentamientos.
Tampoco faltan obras de arte y piezas religiosas que formaban parte de la
colección del museo diocesano, como relicarios, cruces y tallas marianas, y
alguna pieza nueva como una arqueta de marfil islámica que se guardaba en San
Miguel de Aralar.
La exposición
continúa con los logros y encrucijadas de la Edad Moderna (1512-1812) y
concluye con los cambios experimentados en la Edad Contemporánea (1812 hasta la
actualidad). Como broche final al recorrido se plantea una reflexión sobre los
valores que se enumeran en Occidens (democracia,
estado de derecho, libertad de las conciencias, la moral del amor, derechos
humanos…) y la búsqueda de esos valores en cada uno de nosotros, o lo que es lo
mismo, ¿qué somos y qué queremos ser?
La tecnología al servicio del saber
Uno de los
principales tesoros de la catedral de Pamplona es su biblioteca y archivo.
Reúnen todo el saber de Occidente en centenares de libros que tratan de todo
tipo de temas: geometrías, filosofía, jardinería, etc. Por razones de seguridad
tanto el archivo como la biblioteca tienen el acceso restringido a grupos
pequeños, pero Occidens va a
permitir ver un pedacito de todo ese saber gracias a las nuevas tecnologías. En
la exposición se han instalado dos dispositivos, similares a una tableta
electrónica pero de mayor tamaño, donde se pueden ver algunos de los documentos
más antiguos del archivo catedralicio (siglo XI al XV), como la Biblia Hebrea o el Breviario de Pamplona,
o bellísimos libros de mapas del siglo XVI.
Para dar a conocer
todos los detalles de la exposición, se ha creado una completa página web (www.expo-occidens.es).
Además, todos los que accedan con un smartphone podrán profundizar los
contenidos de la muestra con el uso de los códigos QR, que les permitirán
entrar a páginas web con información adicional: entrevista a un monje de Leyre
o la obra de Philippe Nemo, el filósofo francés cuya editorial está detrás de
la exposición.
Occidens se puede
visitar en la Iglesia catedral de Santa
María de Pamplona.
El horario de invierno es, de lunes a sábado, de 10:30 a 17 horas. El precio
para adultos es de 5 euros y para niños de 2,5 euros; grupos de más de 15
personas, 4 euros para los adultos.
Nota: texto y fotos remitidas en nota de prensa por www.turismo.navarra.es >
1 comentario:
Hoy la he visitado. Un nuevo ejercicio de arquitectura vanguardista helada y metalizada en complejo diálogo con el inmenso espacio catedralicio.
Exceso al servicio de ideas conservadoras. No he visto referencias a la caridad. Errores en textos. Folleto incompatible con la exposición. Un nuevo juguete para mayor gloria del todopoderoso delegado-comisario y sus amigos arquitectos.
5€ la entrada, multimedia averiados y gran presencia de jardineros de color (negro).
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